Qué es la terapia sensible al trauma

terapia sensible al trauma trauma
 

La terapia sensible al trauma es un enfoque terapéutico que reconoce el enorme impacto que tiene el trauma en la vida de las personas. Muchos de los automatismos, patrones de conducta y comportamiento disfuncionales que hoy tenemos en nuestra vida, razones por las que solemos acudir a terapia, tienen su origen en el trauma no procesado.

En general suele haber falta de información, así como una mala interpretación de lo que es un trauma. Pensamos que un trauma es algo absolutamente extraordinario y catastrófico como pudiera ser un atentado terrorista, un terremoto, un accidente de avión; pero el trauma es mucho más común y está mucho más presente en nuestras vidas de lo que pensamos. De hecho, nadie está exento de ello.

Un trauma es una experiencia o evento que nos resulta extremadamente estresante o perturbador y que supera nuestra capacidad para afrontarlo. Fíjate que hablo de “nos resulta” y de “nuestra capacidad”. Para el niño o la niña de 4 años que éramos, perderse en la playa puede ser algo absolutamente perturbador y traumático, mientras que para el adulto que somos ahora no deja de ser algo anecdótico.

Hay una época de nuestra vida en la que nuestros mecanismos de afrontamiento eran muy básicos, nuestra infancia y es muy probable que tú, que estás leyendo esto ahora, también hayas experimentado el trauma en algún momento; aunque no lo recuerdes (otra de los síntomas que puede presentar el trauma es la amnesia disociativa).

También es posible que ya de adulto hayas experimentado en algún momento trauma o incluso revivido los síntomas del trauma. Elevados niveles de estrés, pérdidas desoladoras, conflictos... El trauma puede dejar una huella duradera en la mente y en el cuerpo, afectando negativamente a nuestra salud física, emocional y psicológica y además también se manifiesta en forma de automatismo, patrones de conducta, creencias limitantes, sensaciones de “no hay salida”, reacciones explosivas, ansiedad, estrés, patrones de control, perfeccionismo y más.

Muchas veces conocemos acerca de nuestros patrones, automatismos, creencias y reacciones, así como del origen de ello; pero seguimos reaccionando en automático. Y es que el trauma y la integración del trauma tiene que ver con nuestro sistema nervioso y con los estados de alerta de nuestro cuerpo. La prioridad de todos esos patrones y automatismos que nos toman sin que tengamos control sobre ello, es nuestra supervivencia ya que, mientras el trauma no haya sido procesado, nuestro cuerpo y nuestro sistema nervioso sigue pensando que estamos en peligro. Esa es la razón por la que en la terapia sensible al trauma contemplamos no solo la mente, sino también y sobre todo la vía del cuerpo, la entrada a través de las sensaciones corporales.

Hasta que nuestro cuerpo y nuestro sistema nervioso no haya sentido que todo aquello ya pasó y que ahora está seguro, el trauma seguirá viviendo en nosotros. La terapia sensible al trauma es una de las vías para integrarlo.

Suscríbete a nuestra newsletter

Recibe contenidos e información de cursos y talleres para tu crecimiento personal y profesional

No nos gusta el SPAM. Esa es la razón por la que nunca venderemos tus datos.