La importancia del cuerpo en terapia

En ciertos enfoques terapéuticos tradicionales, se ha priorizado el trabajo mental y cognitivo como principal vía de acceso al bienestar y al autoconocimiento durante mucho tiempo. Sin embargo, las investigaciones en neurociencia y trauma han puesto de manifiesto que la verdadera sanación no puede darse únicamente desde la mente. El cuerpo es una dimensión fundamental del ser humano, y en él se registran, expresan y almacenan emociones, tensiones y memorias traumáticas. Ignorar esta dimensión en un proceso terapéutico puede limitar considerablemente el alcance de la transformación personal.
La relación entre mente y cuerpo es estrecha y compleja: las emociones y pensamientos tienen manifestaciones físicas claras. Por ejemplo, el estrés se refleja en el cuerpo mediante la tensión muscular, la aceleración del ritmo cardíaco o dificultades digestivas.
Del mismo modo, una experiencia traumática puede dejar huellas profundas en el cuerpo: el trauma no solo se aloja en la mente, sino también en el cuerpo, donde se guarda como una especie de "recuerdo" físico en forma de contracturas, hipervigilancia, patrones de respiración alterados, desconexión del cuerpo o respuestas emocionales intensas ante ciertos estímulos. Si en el proceso terapéutico no abordamos estas memorias corporales, es posible que el trauma se reactive sin que la persona disponga de herramientas para manejarlo de forma segura. Trabajar con la conciencia corporal y las sensaciones físicas es esencial en estos casos para facilitar una integración completa del trauma.
Por ejemplo, una persona puede comprender racionalmente el origen de su ansiedad o tristeza, pero si el cuerpo sigue habitando en un estado de alerta constante, la verdadera integración no ocurre. Es común en estos casos que la persona experimente frustración porque, a pesar de hacer un profundo trabajo de autoconocimiento, sigue sintiendo síntomas físicos o una sensación de incomodidad inexplicable. La “sanación” no se completa porque el cuerpo aún no ha tenido la oportunidad de "reaprender" un estado de calma, seguridad y relajación.
El papel de la memoria implícita
La memoria implícita es un tipo de memoria no consciente que se manifiesta a través de reacciones automáticas, sensaciones físicas, emociones o comportamientos, sin que la persona tenga un recuerdo consciente del evento que las originó. A diferencia de la memoria explícita, que es la que nos permite recordar hechos, lugares o experiencias de forma consciente y narrativa, la memoria implícita no se puede acceder de manera directa mediante el pensamiento o el razonamiento. En lugar de "recordar" en el sentido tradicional, se manifiesta a través del cuerpo o reacciones emocionales automáticas.
Cuando una persona vive una situación de alto estrés o peligro extremo, su sistema nervioso puede quedar "impregnado" de esa experiencia sin pasarla por el filtro de la memoria explícita. Es por esto que, cuando vivimos experiencias traumáticas, podemos no recordar conscientemente los detalles de lo sucedido. Pero nuestro cuerpo sí "recuerda". Este recuerdo implícito se puede activar cuando se encuentra con estímulos similares al evento traumático (por ejemplo, un olor, un sonido o un lugar).
El papel del sistema nervioso
El sistema nervioso juega un papel importantísimo: cuando nos enfrentamos a situaciones de estrés o amenaza, sea esta real o percibida, el cuerpo activa las respuestas automáticas de lucha, huida o congelación para proteger al organismo. Estas respuestas son esenciales para la supervivencia, pero si se activan de manera constante o nos exponemos a estímulos similares al evento traumático, el cuerpo puede quedar atrapado en estado de hiperactivación o hipoactivación, que pueden manifestarse en forma de tensiones musculares, sensación de peligro constante, ansiedad, miedo o pánico súbito sin causa aparente, impulso de huida o quedarse paralizado.
Si este enfoque te resuena, te invitamos a profundizar más en nuestra formación de sistémico y trauma, donde abordamos precisamente la importancia esta integración entre cuerpo, mente y emociones.
Suscríbete a nuestra newsletter
Recibe contenidos e información de cursos y talleres para tu crecimiento personal y profesional
No nos gusta el SPAM. Esa es la razón por la que nunca venderemos tus datos.