Qué se puede sanar con las Constelaciones Familiares

Las Constelaciones Familiares son una herramienta de carácter terapéutico que se basa en la idea de que muchos de nuestros problemas personales, emocionales e incluso físicos, pueden tener sus raíces en historias y experiencias no resueltas de nuestros antepasados, en lo que denominamos trauma transgeneracional.

El trauma transgeneracional se transmite a futuras generaciones a través de los patrones familiares, el aprendizaje social, la crianza alterada, creencias, normas y valores, narrativa familiar e incluso factores genéticos.

Desde nuestro punto de vista la sanación no es un evento puntual, sino que se trata de un proceso similar al de crecer y la terapia y las Constelaciones Familiares son herramientas que facilitan el proceso.

Uno de los principales beneficios de las constelaciones familiares es su capacidad para identificar y liberar patrones emocionales y conductuales que se repiten a lo largo de las generaciones. Estos pueden incluir comportamientos autodestructivos, dificultades en las relaciones, adicciones, o patrones de fracaso en diferentes áreas de la vida. Al identificar esos patrones y traerlos al consciente, se produce una oportunidad para que actuemos sobre él consciente y deliberadamente.

Las constelaciones familiares también son particularmente efectivas para abordar conflictos en las relaciones interpersonales, especialmente dentro de la familia. Muchas veces, estos conflictos tienen origen en dinámicas familiares no resueltas, como el tomar un rol que no nos corresponde, identificaciones inconscientes, o exclusiones en el sistema familiar.

Pongamos un ejemplo de una persona que viene a constelar los conflictos que tiene en la relación con su madre. A través de una constelación podríamos ver que el origen de ese conflicto está en el hecho de que esa persona está asumiendo el rol de “madre de su madre”. Hacer consciente este desorden sistémico nos permite no solo trabajarlo a través de la constelación sino también empezar a tomar responsabilidad sobre ese cambio de rol para comenzar a cambiar patrones y al mismo tiempo pondrá sobre la mesa cuestiones que quizás tengamos que trabajar en terapia, como el hecho de que si hemos estado toda la vida haciendo de “madre de nuestra madre”, podría decirse que no hemos contado con el apoyo energético y condicional de nuestra madre, lo que puede implicar una importante carga, ansiedad, dificultades para recibir, sensación de que damos, damos, damos pero no recibimos, desafíos en otras relaciones impersonales y más...

Aunque pueda parecer sorprendente, en algunos casos las constelaciones familiares también pueden ser útiles en el ámbito de la salud y de sensaciones sentidas en el cuerpo. Según esta perspectiva, algunos problemas de salud y estas sensaciones sentidas pueden estar conectados con traumas familiares no resueltos y su transmisión hasta nuestra generación actual. Estos traumas pueden manifestarse en el cuerpo a través de enfermedades crónicas, dolores inexplicables, o condiciones recurrentes e irracionales.

Muchas veces también, las Constelaciones Familiares pueden ayudarnos a traer al consciente pérdidas no resueltas o procesadas dentro del sistema o quizás incluso en nuestra propia vida. Esto puede incluir eventos como muertes prematuras, abortos, migraciones, guerras, o cualquier otro evento traumático que haya tenido un impacto significativo en la familia.

Estos eventos pueden dejar una “impronta” en el sistema familiar, afectando a las generaciones posteriores. También, pueden dejar esa misma impronta en ti, si la pérdida ha sido directa como el caso de un aborto natural al que no se le prestó atención y que, en una Constelación, puede manifestarse como el origen de una profunda sensación de tristeza. A través de las constelaciones, se puede reconocer y honrar estos eventos, permitiendo que las personas liberen el dolor y el sufrimiento asociado, y sanen en un nivel profundo.

Muchos problemas de autoestima y sensaciones de valía personal también pueden estar vinculados a dinámicas familiares inconscientes. A través de las constelaciones familiares, es posible descubrir que una persona se siente menospreciada o no valorada porque está identificada con un miembro de la familia que fue rechazado o excluido, o porque ha adoptado un rol de chivo expiatorio, introyectando las críticas del sistema. Este tipo de descubrimientos nos permite arrojar luz sobre estos asuntos para, no solo honrar lo que sucedió, sino también tomar responsabilidad sobre ello y abrir una vía de trabajo a través de la terapia o a través del coaching.

Las constelaciones familiares también pueden arrojar luz sobre dificultades en el ámbito financiero o profesional. Estas dificultades pueden estar relacionadas con creencias familiares acerca del dinero, el éxito, o el trabajo, que han sido transmitidas de generación en generación. Por ejemplo, si una familia ha pasado por una gran pobreza en el pasado, es posible que los descendientes sigan cargando con el miedo a la escasez, incluso si su situación económica actual es estable. Este miedo puede manifestarse en problemas para ahorrar, invertir o tomar riesgos en el ámbito profesional. A través de las constelaciones, es posible identificar esas creencias limitantes (y a veces integrarlas) para, así poder trabajar sobre ellas.

Finalmente, las constelaciones familiares pueden ayudarnos a encontrar nuestro lugar en el mundo y a sentir un sentido más profundo de pertenencia. Muchas veces, los sentimientos de desconexión o alienación pueden estar relacionados con la exclusión de algún miembro de la familia o con una identificación inconsciente con un ancestro que no encontró su lugar en la vida. Al trabajar en una constelación para restaurar el orden en el sistema familiar, se puede experimentar una mayor sensación de pertenencia y propósito, lo que lleva a una vida mucho más plena y conectada.

Las Constelaciones son, en realidad, una maravillosa herramienta que nos ayuda a traer al consciente lo que está en el inconsciente. Cuando eso sucede se produce, habitualmente, un cambio de observador y al mismo tiempo se abre ante nosotros una oportunidad de intervención sobre ello.

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