Las expectativas y proyecciones en la pareja

Las expectativas en una relación son naturales y, en cierta medida, necesarias. Nos ayudan a definir qué deseamos y qué consideramos importante en el otro. Sin embargo, cuando esas expectativas tienen su origen en nuestras carencias internas y nuestros asuntos no resueltos, pueden convertirse en exigencias desmedidas y asfixiantes para nuestra pareja ya que, en el fondo, lo que estamos haciéndole es pedirle que llenen vacíos que son, en esencia, de nuestra propia responsabilidad e incumbencia. Cuestiones relacionadas con nuestra propia historia, y probablemente con nuestra infancia, que debemos resolver por nosotros mismos.

Por poner un ejemplo: si una persona ha crecido con un padre y una madre profundamente críticos y, como consecuencia de su historia, se siente poco valorada, puede ser que espere constantemente la validación por parte de su pareja. Y aunque, el deseo es perfectamente legítimo, el problema está cuando esta necesidad se convierte en una exigencia donde la simple discrepancia o el tener una perspectiva diferente sobre un asunto puede llevar al conflicto, activando el sentimiento de invalidación y crítica. Es muy común que depositemos en la pareja expectativas que, idealmente, deberían haber sido cubiertas por nuestros padres o cuidadores durante la infancia.

Las proyecciones son otro mecanismo a través del cual nuestras carencias internas afectan a nuestras relaciones. Proyectamos en la pareja aspectos de nosotros mismos que rechazamos o no hemos querido o podido reconocer. Por ejemplo, si nos cuesta aceptar nuestra propia vulnerabilidad, podemos sentirnos incómodos con nuestra pareja cuando se muestra vulnerable. También es común que proyectemos aspectos de nuestros padres en la pareja y podemos, inconscientemente, buscar en nuestra pareja aquellas características que nos resultan familiares para terminar replicando una dinámica similar a la que vivimos en nuestra familia de origen. Por ejemplo, una persona que creció con un padre protector es posible que busque o espere un comportamiento similar de protección en su pareja.

Tanto las expectativas como las proyecciones nos impiden ver a nuestra pareja tal como es, una persona única y libre con su propia historia. Cuando profundizamos en nuestro autoconocimiento estamos en disposición de poder empezar a identificar el origen de esas expectativas y proyecciones. Reconocer que algunas de nuestras demandas hacia la pareja nacen de nuestras propias carencias nos permite tomar responsabilidad por nuestra felicidad y bienestar, en lugar de colocar esa pesada mochila sobre los hombros del otro.

Tomar responsabilidad sobre nuestra propia vida es un acto profundamente empoderante: dejas de esperar que los demás llenen tus vacíos o cumplan esas expectativas y empiezas a estar más disponible para la construcción de relaciones más auténticas y profundas basadas en el respeto mutuo y en el amor verdadero en vez de en la necesidad o la dependencia. Las relaciones se transforman.

Expectativas y proyecciones es algo con lo que trabajaremos profundamente en “Descubriendo mi yo en nosotros”.