El crítico interno
El crítico interno es una parte de nuestra personalidad que se desarrolla durante nuestra infancia y en la relación con los padres u otras figuras de autoridad.
Cómo surge el crítico interno
Este crítico interno puede estar moldeado en base a ciertas experiencias:
- La forma en que nuestros padres o cuidadores interactúan con nosotros y se comportan durante nuestra infancia puede influir en cómo desarrollamos nuestro propio crítico interno. Si recibimos críticas constantes o si nuestros logros no son reconocidos o valorados, es más probable que internalicemos una voz crítica.
- Experiencias traumáticas de la infancia: Eventos traumáticos o estresantes en la infancia, como abuso emocional o físico, negligencia o separación de los padres, pueden dar lugar a una voz interna crítica cuyo principal objetivo es el de intentar evitar futuras situaciones similares.
- Expectativas culturales y sociales: Las expectativas culturales y sociales pueden influir en la forma en que aprendemos a evaluar nuestro propio comportamiento y logros. Si vivimos en un entorno donde el rendimiento y la perfección son altamente valorados, es más probable que desarrollamos una voz interna crítica que busca alcanzar esos estándares inalcanzables.
- Internalización de voces externas: La voz interna crítica también puede ser el resultado de haber internalizado comentarios o críticas negativas que hemos recibido de figuras de autoridad o de personas significativas en nuestras vidas.
La función del crítico interno
El crítico interno suele actuar para evitar acciones que deriven en juicio o rechazo social o familiar. Es, en cierta manera, una parte de nuestra personalidad que busca la aceptación y la pertenencia al sistema. También puede actuar como una barrera para protegernos de experiencias emocionales dolorosas.
Un crítico interno desregulado puede manifestarse como:
- Preocupación excesiva por el qué dirán los demás.
- Tendencia a mostrarse y a a actuar de acuerdo a cómo creemos que vamos a ser aceptados por los demás, aún a consta de renunciar a nosotros mismos y nuestra autenticidad.
- Evitación de metas o desafíos que puedan resultar difíciles o complicadas por miedo a ser rechazados si fracasamos.
- Nos impide abrirnos emocionalmente por miedo a experimentar situaciones dolorosas.
Este crítico interno suela actuar a través de: mensajes internos críticos hacia nosotros o nuestra apariencia física, perfeccionismo extenuante, comparativas constantes con otras personas, desvalorización, control y autocensura, autocrítica anticipada y una constante siembra de dudas y miedos sobre nuestras acciones.
Aunque el crítico interno puede tener una función protectora al regular nuestra pertenencia al grupo y a la sociedad, su severidad y excesiva crítica pueden tener efectos negativos en nuestra autoestima y bienestar emocional. Es importante aprender a equilibrar la función del crítico interno con una perspectiva más compasiva y realista hacia nosotros mismos y a esto puede contribuir la terapia.
Suscríbete a nuestra newsletter
Recibe contenidos e información de cursos y talleres para tu crecimiento personal y profesional
No nos gusta el SPAM. Esa es la razón por la que nunca venderemos tus datos.