Cómo se transmite la información a los representantes en una constelación familiar. El conocimiento representativo

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Cómo se transmite la información a los representantes en una constelación familiar. El conocimiento representativo

Una de las cuestiones que más intriga de las constelaciones familiares es cómo se transmite la información a los representantes de la constelación. Cómo, una persona que no me conoce de nada, puede representar de manera tan fidedigna a mi madre, a mi padre, a mí o algún otro elemento o persona. Esto es algo que, a día de hoy todavía resulta un misterio, pero sobre lo que hay múltiples teorías.

En una constelación, el cliente selecciona representantes de entre los participantes del taller para que actúen en lugar de miembros de su familia, parte de su personalidad o elementos del sistema que están explorando (también puede ser un sistema empresarial, grupo, equipo, etcétera...). Estos representantes no reciben información sobre las personas o roles que están representado y el cliente se limita a asignarles un lugar en el espacio dentro de la sala en la que estamos trabajando.

Una vez que los representantes están en posición, comienzan a experimentar sensaciones, emociones o impulsos que los clientes perciben como reflejos de las dinámicas y emociones de los miembros del sistema familiar que representan. Este fenómeno, conocido como "conocimiento representativo", es central en las constelaciones familiares y es visto por algunos como una forma de comunicación intuitiva o telepática, que aún no está explicado ni comprendido completamente desde una perspectiva científica, igual que no está explicado ni comprendido científicamente el funcionamiento de la conciencia, la intuición, por qué soñamos, la naturaleza de la materia oscura y la energía oscura, los efectos placebo y nocebo o la comprensión de cómo algunos animales son capaces de realizar ciertos movimientos migratorios.

El conocimiento representativo describe la capacidad, aparentemente misteriosa, que tienen los los representantes en una constelación para acceder a emociones, sensaciones físicas, y conocimientos sobre las personas a quienes representan; todo ello a pesar de tener poca o ninguna información previa sobre ellas. Esta capacidad se manifiesta de maneras que, a menudo, sorprenden profundamente tanto a los participantes como al facilitador, debido a su precisión y claridad.

El conocimiento representativo ha sido objeto de crítica y escepticismo. Los críticos argumentan que no hay una explicación científica y que puede haber explicaciones más convencionales para este fenómeno, como la sugestión, el efecto de las expectativas del facilitador o de los participantes, o el fenómeno de lectura en frío similar al utilizado por mentalistas y psíquicos. Pero, a pesar del escepticismo, muchos terapeutas y participantes reportan resultados terapéuticos significativos de las constelaciones familiares, sugiriendo que, independientemente de cómo funcione el conocimiento representativo, puede facilitar revelaciones importantes y promover la curación en la persona y en sus sistemas familiares.

También hay algunos estudios científicos que respaldan la eficacia de este método independientemente del hecho de que la ciencia haya conseguido explicar, o no, el fenómeno del conocimiento representativo. La efectividad de este enfoque puede estar más en cómo ayuda a las personas a ver sus problemas desde nuevas perspectivas y a encontrar soluciones simbólicas y emocionalmente resonantes que en la verificabilidad de cómo se transmite la información a los representantes.

Algunas teorías detrás del conocimiento representativo

No está claro cómo se transmite exactamente esta información a los representantes pero, algunas teorías sugieren que puede ser una manifestación del inconsciente colectivo descrito por Carl Jung, donde hay una especie de memoria compartida o un campo de conocimiento que trasciende a los individuos. Los representantes en una constelación podrían acceder a este inconsciente colectivo, permitiéndoles sentir y actuar en concordancia con las emociones y experiencias de otras personas.

 

El biólogo Rupert Sheldrake propuso en los años 80 la teoría de los campos morfogenéticos, sugiriendo la existencia de campos de información invisibles e intangibles que influyen en la organización y el comportamiento de los sistemas biológicos y sociales. Estos campos contienen patrones inherentes que afectan el desarrollo de los organismos y la evolución de las estructuras sociales. Además, Sheldrake habla de la resonancia mórfica, que implica la tendencia de los sistemas a replicar patrones previamente establecidos en los campos morfogenéticos, permitiendo la transmisión de información más allá del espacio y el tiempo.  Esto es aplicable a las constelaciones ya que, en estos casos, los representantes podrían estar resonando con el campo mórfico de la familia o de las personas que representan.

También existen explicaciones que van más allá de la psicología y la biología, sugiriendo que el conocimiento representativo podría involucrar algún tipo de conexión espiritual o energética que trasciende el entendimiento convencional. Estas explicaciones a menudo involucran conceptos de energía universal, conexión espiritual entre almas o acceso a la conciencia o información universal.

En años recientes, algunos han intentado vincular fenómenos de las constelaciones familiares con conceptos de la física cuántica. La idea de aplicar principios de la física cuántica, especialmente el concepto de entrelazamiento cuántico, a fenómenos psicológicos y terapéuticos como el conocimiento representativo en constelaciones familiares, es absolutamente fascinante.

El entrelazamiento cuántico es un fenómeno físico que ocurre cuando pares o grupos de partículas se generan o interactúan de tal manera que el estado cuántico de cada partícula no puede describirse independientemente del estado de las otras, incluso si las partículas están separadas por grandes distancias. Esto significa que una acción realizada sobre una partícula puede afectar instantáneamente a la otra, sin importar la distancia que las separa.

Un ejemplo famoso de entrelazamiento cuántico se produce en el experimento de desigualdad de Bell, donde electrones, fotones u otras partículas entrelazadas muestran correlaciones que serían imposibles bajo las leyes clásicas de la probabilidad. Si se altera el estado de giro (spin) de un fotón, el giro de su par entrelazado se alterará instantáneamente de una manera que se correlaciona con el primer fotón, independientemente de la distancia entre ellos.

En el contexto de las constelaciones familiares, algunos sugieren que un tipo de "entrelazamiento" similar podría existir a nivel humano, donde las emociones o memorias de una persona están de alguna manera conectadas con las de otras personas de su familia, independientemente de la distancia o el conocimiento consciente.

Mientras que ninguna teoría ha sido definitivamente probada o aceptada universalmente, la diversidad de explicaciones refleja la complejidad del fenómeno, así como el interés continuo en entender cómo los seres humanos interactúan a niveles tanto vistos como invisibles, algo que sucede en otros muchos ámbitos más allá de la propia constelación.

En la práctica terapéutica, el conocimiento representativo se usa para ayudar a los clientes a identificar y trabajar a través de bloqueos emocionales, patrones de comportamiento, y traumas heredados que pueden estar afectando su vida de maneras inconscientes. Al "traer a la luz" estas dinámicas ocultas, las constelaciones familiares y sistémicas pueden facilitar un entendimiento más profundo, la aceptación, y en muchos casos, la resolución de antiguos conflictos y heridas.

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