Cómo afrontar y superar el sentirse excluido

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Cómo afrontar y superar el sentirse excluido

Sentirse excluido es algo tremendamente doloroso que puede afectar a cualquier persona en algún momento de su vida. Como seres sociales, tenemos una necesidad innata de pertenecer y sentirnos aceptados por los demás. Es una necesidad fundamental asociada a la seguridad y protección, algo íntimamente relacionado con nuestra supervivencia en los primeros momentos de nuestra vida.

Ya sea en el ámbito social, laboral o personal, sentirse excluido puede tener un efecto importante sobre nuestra autoestima y puede desencadenar emociones como la tristeza, ansiedad y el miedo al rechazo, pero es importante comprender que esta sensación no es algo permanente ni insuperable.

En ocasiones, podemos tener una cierta predisposición a sentirnos excluidos. Factores como la baja autoestima, experiencias previas de exclusión o rechazo, la ansiedad social, creencias arraigadas como “no soy suficiente” o “no merezco”, el trauma transgeneracional o la necesidad constante de aprobación pueden contribuir a esa hipersensibilización.

La exclusión puede manifestarte de diversas formas: desde ser ignorando en una conversación hasta ser excluido de un proyecto, un grupo social, o el olvido de una fecha importante para ti (algunos ejemplos). Independientemente de lo doloroso de la sensación, esto puede desencadenar emociones como la tristeza, ansiedad, ira, vergüenza.

La exclusión puede ser el resultado de diversos factores y puede estar presente en diferentes ámbitos de nuestra vida:

Las diferencias sociales, culturales y económicos, la clase social, etnia, orientación sexual, género u otros aspectos culturales pueden ser factores que contribuyen a la exclusión. Las sociedades, e menudo, establecen normas y expectativas que pueden marginar a aquellos que no encajan del todo en determinados estereotipos, categorías, grupos.

El uso en sí del término “normal” excluye automáticamente aquello que no concuerda con lo normativo. Este término perpetúa los estereotipos pudiendo a llegar a estigmatizar la diferencia y rechazar la diversidad. Ejerce una importante presión para conformarse con aquello que se ajuste al estándar.

En algunas situaciones la exclusión puede ser utilizada como una forma de mantener el poder y el control sobre otros. Por ejemplo, en entornos laborales los grupos dominantes pueden excluir a quienes consideran “diferentes” para mantener su posición social.

La falta de empatía y comprensión y la necesidad de tener razón e imponerse por encima del otro puede llevar a la exclusión. Cuando las personas no son tenidas en cuenta y sienten que sus necesidades no son atendidas, es muy probable que se sientan excluidas.

La exclusión no solo va a afectar a nuestras emociones, sino que también puede afectar a nuestra salud mental en general pudiendo dar lugar a un aumento de los nieles de estrés, ansiedad, depresión y problemas de autoestima y autoconfianza.

Algunas estrategias para superar la exclusión

La exclusión es una experiencia profundamente dolorosa que, sin ninguna duda, puede afectarnos profundamente a niel de autoestima, bienestar emocional y sentido de pertenencia; pero es importante reconocer que no define nuestra valía como personas.

Si estamos experimentando un sentimiento de exclusión, estas son algunas estrategias que pueden contribuir a superarlo:

  1. Reconoce tus emociones: el primer paso para superar la exclusión es reconocer y validar las emociones que estamos sintiendo. Permítete sentir tristeza, ira o cualquier otra emoción que surja, sin quedarte atrapada en ellas. Reconocer tus sentimientos te permite procesarlos de manera saludable y dar pasos hacia la integración
  2. Busca apoyo en amigos, familiares o en un terapeuta de confianza. Comparte tus experiencias con alguien de confianza, hablar de ello puede proporcionarte un apoyo emocional muy importante en esos momentos.
  3. Trabaja en fortalecer tu autoestima y autoconfianza. Reconoce tus cualidades y logros, y recuerda que tu valía no depende de la aprobación de los demás. Practica el autocuidado y mímate con actividades que te hagan sentir bien contigo mismo. Sé que resulta fácil decirlo y que, a veces no es fácil hacerlo, pero hay una relación importante entre nuestra autoestima y nuestra hipersensibilidad a la exclusión.
  4. Invierte en el desarrollo de tus habilidades sociales y establece conexiones significativas con los demás. El contacto social con otros es fundamental para sentir que pertenecemos. Participa en actividades que te gusten y te hagan sentir bienvenido. Aprende a comunicarte de manera efectiva y a establecer límites saludables en tus relaciones.
  5. En lugar de centrarte en la exclusión, enfócate en las cosas positivas de tu vida. Cultiva la gratitud y reconoce todo lo bueno que tienes en la vida en los que te rodean. Concéntrate en tus metas y sueños, y trabaja en alcanzarlos con determinación y perseverancia.
  6. Cultiva la empatía y la compasión hacia ti mismo y hacia los demás. Reconoce que todos enfrentamos desafíos y que la exclusión puede ser una experiencia compartida por muchas personas. Trata a los demás con amabilidad y comprensión, y sé amable contigo mismo en momentos difíciles.
  7. Haz tu parte para promover la inclusión en tu comunidad y sociedad. Participa en actividades que fomenten la diversidad y la aceptación de todas las personas, independientemente de su origen, género, orientación sexual o capacidades. Sé un defensor de la igualdad y la justicia social.
  8. Si lo necesitas, busca apoyo terapéutico para implementar estas estrategias y otras.

Sentirse excluido puede ser una experiencia dolorosa y desafiante, pero no tienes que enfrentarla solo. Con el apoyo adecuado y las estrategias adecuadas, puedes superar la exclusión y recuperar tu bienestar emocional.

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