Cómo afecta el trauma a la memoria y a nuestras funciones cognitivas

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Cómo afecta el trauma a la memoria y a nuestras funciones cognitivas

Entender cómo el trauma afecta nuestras funciones cognitivas y la memoria implica adentrarnos en la complejidad de nuestra mente y cerebro.

Cuando experimentamos un trauma, hay una activación intensa del sistema de respuesta al estrés. Esto implica principalmente la amígdala, una parte del cerebro que ayuda a procesar las emociones, especialmente el miedo y la ansiedad. La amígdala se activa en situaciones de peligro, como parte de nuestro sistema lucha-huída, para ayudarnos a sobrevivir; pero en el caso del trauma puede quedar hiperactiva. Este estado de hiperactivación puede ser útil en el corto plazo, permitiéndonos reaccionar rápidamente ante el peligro. Sin embargo, cuando esta respuesta se prolonga, como suele ocurrir después de un trauma, puede tener efectos negativos en nuestra capacidad para funcionar en el día a día.

El estado constante de alerta también puede llevar a un agotamiento mental y físico. Las personas que han sufrido traumas pueden sentirse cansadas y agotadas, lo que a su vez puede afectar su capacidad para participar en actividades de aprendizaje y sociales.

Las personas que han experimentado traumas pueden tener dificultades para concentrarse y aprender cosas nuevas. Esto ocurre porque el cerebro sigue enfocado en la detección de posibles amenazas, lo que consume gran parte de nuestros recursos cognitivos. Imagina intentar leer un libro mientras estás en una habitación donde suena constantemente una alarma fuerte; es difícil concentrarse en la lectura porque tu atención está dividida. De manera similar, el cerebro traumatizado está tratando de procesar la información nueva mientras permanece en alerta contra el peligro.

Además el trauma puede afectar al hipocampo, un órgano que juega un papel fundamental en varias funciones cognitivas clave como la memoria, la recuperación de recuerdos y el procesamiento emocional. El estrés crónico asociado con el trauma puede reducir su volumen y funcionamiento. Esto es especialmente importante en los casos de TEPT, donde las personas pueden tener recuerdos fragmentados del evento traumático o incluso períodos de amnesia.

En términos de memoria, el trauma puede llevar a lo que se conoce como memoria traumática, que es diferente de la memoria ordinaria. La memoria traumática puede ser invasiva y emocionalmente cargada. A menudo se experimenta de manera sensorial; las personas pueden tener flashbacks donde sienten olores, sonidos o sensaciones físicas asociadas con el trauma. Estos recuerdos no son lineales ni coherentes; pueden sentirse fragmentados y desorganizados.

Te pongo un ejemplo: si he experimentado un accidente automovilístico grave, puedo tener flashbacks del sonido de los frenos chirriando o del impacto del choque. Estos recuerdos sensoriales pueden activarse inesperadamente, incluso por estímulos que solo están vagamente relacionados con el accidente, como el sonido de un frenazo en la calle.

Un hipocampo que funciona de manera menos eficiente puede hacer que sea más difícil absorber y retener nueva información. Esto es especialmente relevante en entornos de aprendizaje, como en la escuela o en el trabajo, donde la capacidad de concentrarse y recordar nueva información es fundamental.

Además, el trauma puede afectar la corteza prefrontal, que es responsable del pensamiento racional, la planificación y la toma de decisiones. Cuando estamos bajo estrés extremo, la función de la corteza prefrontal puede disminuir, lo que nos hace más impulsivos y menos capaces de tomar decisiones racionales. Esto puede explicar por qué las personas que han experimentado un trauma a menudo luchan con la planificación, la organización y la concentración.

Como vemos, el trauma puede tener efectos significativos y duraderos en nuestras funciones cognitivas y memoria y en muchísimas ocasiones explica nuestra historia: dificultades de concentración, "mala memoria", problemas para terminar los estudios o para proyectarnos a futuro....  Reconocer en nosotros la huella del trauma es un paso importante para la aceptación de uno mismo y para buscar estrategias adecuadas de manejo y el apoyo terapéutico necesario para recuperarse.

Foto de cottonbro studio: https://www.pexels.com/es-es/foto/medico-anatomia-cerebro-examen-5723883/

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