Causas frecuentes de conflicto en la pareja
El conflicto es una parte común y natural de las relaciones. Todos tenemos diferentes experiencias vitales, antecedentes, valores y perspectivas, lo que puede llevar a desacuerdos y conflictos en las relaciones, sobre todo en una relación íntima como la relación de pareja. Sin embargo, la presencia de conflictos no significa que una relación esté destinada al fracaso. De hecho, manejar el conflicto de manera saludable puede fortalecer la relación y ayudar a las parejas a crecer juntas.
A menudo, el conflicto es el resultado de diferencias entre los miembros de la pareja y algunas de las razones más comunes suelen ser:
- Diferencias entre los estilos y necesidades de comunicación. Por ejemplo, el conflicto puede surgir cuando una persona prefiere hablar de los problemas inmediatamente, mientras que la otra necesita un poco más de tiempo para procesar.
- Diferencias entre nuestras expectativas y la realidad: tenemos ciertas expectativas sobre cómo debe ser la relación y cómo debe ser la persona con la que estamos en relación. Cuando la realidad no coincide con nuestras expectativas, el conflicto empieza a hacer acto de presencia. Esta situación es característica de la segunda fase de la relación de pareja, la fase de realidad, y es una oportunidad para tomar comenzar a tomar responsabilidad sobre las expectativas y proyecciones que depositamos en nuestra pareja y que, muchas veces, tienen que ver con nuestras propias carencias y asuntos no resueltos.
- Diferencias entre valores o creencias: por ejemplo, puede que por nuestros valores o creencias tengamos puntos de vista enfrentados en relación con la educación de los hijos, la permisividad ante ciertas situaciones, límites, etcétera.
- El estrés externo: situaciones estresantes ajenas a la pareja aumentan nuestros niveles de estrés y nuestro cuerpo y sistema nervioso suele entrar en modo alerta generando en nosotros irritabilidad, cambios de humor, retiro o aislamiento y puede incluso que nos volvamos más reactivos y menos tolerantes con nuestra pareja.
- Necesidades emocionales: todos tenemos una serie de emocionales básicas como pueden ser el sentirnos amados, seguros en la relación, valorados y comprendidos. Cuando estas necesidades no se satisfacen en la relación puede surgir el conflicto y puede llevar asociado sentimiento de soledad, rechazo, inseguridad y desvalorización. Pero ojo, en algunas ocasiones esta sensación de no sentir satisfechas nuestras necesidades emocionales está íntimamente relacionada con nuestras experiencias pasadas o de la infancia. Las personas con historias de necesidades emocionales no satisfechas en el pasado pueden ser particularmente sensibles a la percepción de rechazo o indiferencia en sus relaciones de pareja. Esta hipersensibilidad puede llevar a interpretaciones erróneas de las acciones o palabras de la pareja pudiendo desencadenar conflictos en la relación. Por ejemplo, si alguien creció sintiéndose no valorado, puede buscar constantemente validación en su pareja y si esto no se satisface, puede sentirse rechazado o menospreciado.
- Equilibrio entre independencia e intimidad. Es frecuente que cada uno de los miembros de la pareja tenga diferentes necesidades en relación a su espacio personal y a la intimidad. Encontrar el equilibrio adecuado no siempre es fácil: demasiada dependencia puede hacer que algunas personas se sientan asfixiadas, mientras que demasiada distancia puede hacer que la otra se sienta abandonada o descuidada.
- Los celos y las inseguridades personales también pueden dar lugar a conflictos, especialmente si una parte de la pareja proyecta estas inseguridades en la relación o en la otra persona.
- Nuestra propia mochila emocional cargada de patrones de comportamiento, traumas, respuestas emocionales y creencias que se originaron en nuestro núcleo familiar más temprano. Esta mochila influye en cómo percibimos el mundo, cómo interactuamos con los demás y, por supuesto, cómo nos comportamos en nuestras relaciones de pareja y en las expectativas y proyecciones basadas en el pasado que depositamos en la relación y en nuestra pareja. Parte importante, también, es el miedo al rechazo o al abandono e incluso nuestras dificultades para conectar emocionalmente o establecer una relación de intimidad.
- Los cambios vitales como la llegada de los hijos a la pareja, un nuevo trabajo, un cambio de residencia, enfermedades o la incorporación de nuevos hábitos también puede ser origen de conflicto en la pareja.
- Incluso la forma en que las personas abordan el conflicto puede ser una fuente, en sí, de conflicto. Algunas personas prefieren abordar el conflicto directamente, mientras otras tienen una actitud más evitativa, algo que también está relacionado con nuestro equipaje emocional.
Comprender estas razones puede ayudarnos a abordar los conflictos de una manera más saludable y efectiva, buscando entender la perspectiva del otro y trabajando juntos hacia soluciones que satisfagan ambas partes.
La gestión de conflictos en la pareja forma parte del programa online “Descubriendo mi yo en nosotros”. Un programa online para tu propio crecimiento y autoconocimiento, que te guiará hacia la construcción de relaciones más genuinas y conscientes.
En el tercer módulo del programa nos sumergiremos en la compleja dinámica de los conflictos de pareja, abordándolos desde la perspectiva de las partes de nuestra personalidad. Este enfoque nos permitirá entender cómo, en momentos de tensión y disputa, emergen ciertos aspectos de nosotros mismos conocidos como partes defensoras, cuyo principal objetivo es el de proteger aquellas partes más vulnerables o excluidas de nuestra psique, las cuales suelen estar cargadas de heridas y asuntos no integrados del pasado.
Exploraremos el hecho de que cada individuo porta una multiplicidad de partes internas de la personalidad, algunas de las cuales se formaron como mecanismos de adaptación y defensa ante experiencias dolorosas o traumáticas. En el calor del conflicto, estas partes defensoras pueden tomar el control, llevándonos a reaccionar de maneras que a menudo son desproporcionadas o desvinculadas de la situación presente, pero que en realidad son ecos de dolorosos eventos pasados.
Del mismo modo, esta forma de vernos nos abrirá a la comprensión de las reacciones de nuestras parejas; lo que nos permitirá abordar los conflictos desde un lugar de mayor empatía y comprensión.
Este módulo es una invitación a transformar la manera en que experimentamos y manejamos los conflictos en nuestra relación, pasando de reacciones automáticas y defensivas, a respuestas más conscientes, compasivas y sanas. Al hacerlo, no solo podremos resolver los conflictos de manera más efectiva, sino también fomentar una conexión más profunda y auténtica con nuestra pareja.
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