Los beneficios de las Constelaciones Familiares

Las Constelaciones Familiares parten de la premisa de que el ser humano es un ser sistémico en el sentido de que necesita a otra persona para poder crecer y sobrevivir. Un bebé que llega a este mundo necesita estar en relación con alguien que pueda cuidarle, alimentarle, arroparle, amarle. Sin esa relación simplemente no sobreviviría. 

Estas relaciones tempranas, especialmente las familiares, nos marcan profundamente y pueden ser fuente de amor y apoyo, pero también pueden traernos auténticos retos y conflictos que en muchísimas ocasiones siguen manifestándose en la edad adulta impactando tanto en nosotros mismos como en la forma que tenemos de relacionarnos con otras personas, en nuestra faceta laboral o incluso en nuestra relación con el mundo, la salud, él éxito y la vida en general.

Las Constelaciones Familiares son unas herramientas, de carácter puntual y terapéutico, que pueden ayudarnos a profundizar en estas relaciones nucleares para así integrar cuestiones que, en muchas ocasiones aún no han sido integradas y que siguen afectándonos en nuestro día a día a través de lealtades, patrones disfuncionales, formas de relacionarnos, etcétera. El trabajo con constelaciones tiene efectos profundos y muy diversos y puede generar múltiples beneficios, tanto a nivel relacional como intrapsíquico. Estos son algunos:

Identificar patrones familiares

En ocasiones, podemos experimentar que ciertos problemas o temas parecen repetirse en nuestra familia una y otra vez y a su vez en nuestra vida. Las constelaciones familiares nos ayudan a arrojar luz sobre el origen de esos patrones ocultos en nuestras dinámicas familiares. Esta toma de conciencia es un primer paso hacia una mayor transformación. Lo inconsciente se vuelve consciente y nos ayuda a entender el origen de ciertos problemas y conflictos para posteriormente tomar responsabilidad sobre ello y trabajarlo si procede. Cuando lo inconsciente se vuelve consciente, este deja de dominarnos y tenemos más posibilidades de poder "tomar cartas" en el asunto.

Comprender y sanar heridas del pasado

A veces los traumas y asuntos no resueltos de generaciones anteriores, pueden pesar sobre nosotros y afectarnos profundamente. Cuando eso sucede, estamos hablando del trauma transgeneracional.  La transmisión del trauma transgeneracional no se realiza como por "arte de magia", sino a través de patrones familiares, formas de relacionarse, creencias, expectativas, etcétera. Las constelaciones familiares nos pueden ofrecer un espacio seguro para hacer conscientes esas heridas del pasado, darles voz , facilitar su sanación y desvelar esas dinámicas y patrones inconscientes que están afectando a nuestra vida. De nuevo, el hacer consciente lo inconsciente, puede conducir a una mayor comprensión, perdón y aceptación dentro de la propia familia, lo que a su vez puede mejorar significativamente las relaciones entre sus miembros. Literalmente, a través de las constelaciones vamos a ser capaces de ponernos en la piel y los zapatos del otro, algo que nos permite comenzar a mirar desde otra perspectiva y, por supuesto, ganar en empatía.

Restablecimiento de roles y responsabilidades

En muchas familias, los roles y las responsabilidades pueden estar confusos o desequilibrados fruto de un trauma o un asunto familiar no integrado. De nuevo hablamos de trauma transgeneracional e incluso inter-relacional. Por ejemplo: un hijo hace de "padre" o "madre" del resto de sus hermanos porque uno de los progenitores ha fallecido de manera temprana. Este cambio de rol no suele suceder por capricho, sino porque el sistema familiar lo necesita para poder seguir adelante, pero aunque así sea, esto no exime de que el cambio de rol acabe causando cargas,  tensiones y conflictos tanto a la persona que ocupa el rol que no le corresponde como al resto de los miembros. Las constelaciones familiares nos permiten hacer conscientes estos cambios de rol y nos ayudan a entender mucho mejor nuestro lugar y propósito en la familia y en la vida. Esto produce no solo una liberación emocional, sino también una mayor armonía y equilibrio en nuestras dinámicas y relaciones familiares.

Mejora de la comunicación en los vínculos relacionales

La falta de comunicación efectiva es un problema común en las familias. De hecho, suele ser común que heredemos los patrones de comunicación que se dan en la familia (dificultad para expresarnos de manera asertiva, decir que no, poner límites, tener conversaciones difíciles, afrontar el conflicto, etc...). Las constelaciones familiares nos van a ofrecer un espacio seguro para que cada miembro de la familia (o de cualquier otro vínculo que estemos trabajando) pueda expresar sus sentimientos y pensamientos de manera abierta y honesta. Esto puede llevar a una comunicación más efectiva y a una resolución constructiva de conflictos. También nos va a permitir trabajar esos patrones de comunicación, que hoy vivimos como disfuncionales y que dificultan nuestras relaciones. Al trabajarlos podremos relacionarnos de una manera más auténtica y empática con otras personas.

Mayor empatía y comprensión

Como he comentado antes, otra de las maravillas de las constelaciones familiares es el hecho de que podemos ponernos en los zapatos de otros y ver las cosas desde la perspectiva de otros o de los demás miembros de la familia. Este cambio de zapatos fomenta la empatía y la comprensión mutua, dos aspectos fundamentales para resolver conflictos y mejorar relaciones. Cuando comprendemos las motivaciones y experiencias de los demás, es muchísimo más probable que surja en nosotros la empatía y el perdón.

En nuestros talleres y sesiones individuales de constelaciones el trabajo no se limita únicamente a tomar conciencia de las dinámicas familiares o a ver una imagen sistémica. Nuestro enfoque incorpora un acompañamiento específico que abre espacio para la integración emocional, el trabajo con distintas partes internas y el reprocesamiento de vivencias que quedaron pendientes. Este enfoque trae consigo una mayor profundidad terapéutica y expande los beneficios de las constelaciones:

Reprocesamiento, integración y transformación

Las constelaciones nos invitan a entrar en contacto con experiencias que muchas veces han quedado congeladas o encapsuladas dentro de nosotros. Vivencias que no pudieron ser procesadas porque fueron demasiado dolorosas, confusas o abrumadoras. Entrar en contacto con esas vivencias en un entorno seguro, nos permite cultivar una nueva mirada y, lo que antes generaba tensión o sufrimiento, puede empezar a liberarse y transformarse.

En nuestro enfoque, además, el abordaje a través de la vía del cuerpo es una parte esencial de la constelación. El cuerpo físico guarda la huella de lo que no pudimos procesar en su momento y puede seguir activando respuestas automáticas sin que nos demos cuenta: tensión, hipervigilancia, evitación, congelamiento o hiperactivación. 

Cuando incluimos al cuerpo en el proceso, la integración se vuelve real porque deja de reaccionar como si estuviera en peligro y empieza a registrar que estamos a salvo. Esto permite que se liberen tensiones, que se complete lo que quedó interrumpido y que podamos actuar conscientemente, en vez de reaccionar desde la protección automática. 

Recuperar partes de nosotros

Cuando atravesamos experiencias difíciles podemos desarrollar partes internas que nos protegen del dolor: una parte que se desconecta para no sentir, otra que controla para evitar el caos, otra que se adapta para no ser rechazada. Estas partes cumplen una función importante en su momento, pero con el tiempo pueden hacerse muy rígidas y disfuncionales, y seguir actuando de forma automática incluso cuando ya no son necesarias.

En nuestro enfoque, trabajamos directamente con estas partes, permitiéndoles ser vistas y comprendidas en su función original, y facilitando a la vez la integración del sistema interno de la persona. 

Así, tomamos conciencia de nuestros mecanismos internos y podemos recuperar cualidades esenciales que habían quedado ocultas o fragmentadas.

Una nueva relación con la Vida

Integrar estas experiencias, nos permite transformar nuestra forma de estar en la vida. Nos volvemos más presentes, más disponibles para el vínculo, más capaces de elegir en lugar de reaccionar. Lo que antes era una respuesta automática o un patrón que parecía inevitable, empieza a desdibujarse. Y ahí es donde emerge la posibilidad de una vida más libre y más auténtica.

No se trata de olvidar el pasado, ni de negarlo. Se trata de darle un lugar, de escucharlo con respeto y de permitir que se integre como parte de nuestra historia, sin que siga condicionando cada paso que damos. Desde ahí, muchas personas experimentan un cambio profundo: mayor claridad, más fuerza vital, más capacidad de tomar decisiones, y una conexión más amorosa consigo mismas y con los demás.

Las constelaciones familiares son una maravillosa herramienta para abordar los desafíos y conflictos en nuestra relación con la familia, con nosotros mismos y la relación con la Vida. Sus beneficios no se limitan solo a la resolución de conflictos actuales, sino que también promueven una sanación profunda, integral y duradera.