Cómo pueden ayudar las Constelaciones Familiares a mejorar la relación de pareja

Las Constelaciones Familiares son una herramienta que permite traer al consciente lo que está en el inconsciente y, como tal, puede ser una herramienta muy poderosa para mejorar nuestras relaciones de pareja ya que nos permite identificar y trabajar con dinámicas inconscientes que puedan estar afectándonos en la relación.

Cada uno de los miembros de la pareja llega a la relación con su propia historia y sus experiencias vividas en su sistema familiar. Esta historia y experiencias vividas moldean a la persona, por lo que ya no solo se trata de lo que se vive en el presente en el ámbito de la pareja, sino de todo lo que además cada uno ha vivido y heredado. En la relación con nuestros padres, sobre todo en la formación del apego, aprendemos cómo de confiables y seguros son los demás y, convivimos con un modelo de estar en relación que después solemos llevar a nuestras propias relaciones de pareja. Por consiguiente, muchas de nuestras respuestas emocionales y patrones de conducta en la relación pueden estar influenciadas por lo que hemos vivido en las relaciones que se establecen dentro del seno familiar e incluso pueden ser patrones y respuestas heredadas que se han transmitido, de manera inconsciente, de generación en generación.

En estos casos, las constelaciones familiares pueden ayudarnos a reconocer estos patrones heredados, ya que muchas dificultades en la pareja no solo son individuales, sino que provienen de historias familiares no resueltas que se han ido transmitiendo de generación en generación. Aprendemos por modelaje y, además de ello estos patrones heredados se transmiten a través de las creencias y valores familiares e incluso el clima existente dentro del seno familiar. Por ejemplo, una situación de abandono o infidelidad en una generación puede dar lugar a una narrativa familiar y un clima de desconfianza hacia el hombre o la mujer, que puede transmitirse a la siguiente generación. O un problema de comunicación en la pareja puede tratarse de una repetición por modelaje del patrón de comunicación heredado que tuvo su origen, tal vez, en un secreto de familia.

Las constelaciones familiares también pueden servirnos para identificar dolores o asuntos no resueltos en la relación con nuestros propios padres que pueden estar afectando a la relación. Hacerlos conscientes facilita la liberación emocional y la recuperación de la atención, abriendo una puerta a un proceso de trabajo que, finalmente, nos permite crear una conexión mucho más genuina con nuestra pareja.

En muchas parejas, también puede darse el caso que alguno de los dos esté asumiendo un rol que no le corresponde. Quizás el rol de padre o de madre de su pareja, o el rol de salvador/salvadora. Las constelaciones pueden arrojar luz sobre estos roles y, una vez se ha tomado conciencia, podremos actuar sobre ello. No podemos olvidar que una relación de pareja es una relación entre iguales y, la adopción de ciertos roles implica una jerarquía en el que uno de los miembros de la pareja adopta un rol de “mayor” y el otro de “pequeño”.

Por otro lado, cuando una relación anterior no está del todo cerrada a nivel emocional, es muy posible que esto termine afectando a la relación presente. Las Constelaciones también pueden ayudarnos a cerrar esos ciclos y, una vez cerrados, podremos estar mucho más presentes y disponibles emocionalmente para nuestra relación actual.

Cuando tomamos conciencia de las influencias de nuestro sistema familiar y de nuestra propia historia en nuestras relaciones de pareja, podremos tomar decisiones mucho más claras e informadas y estaremos más disponibles para el compromiso y el crecimiento mutuo en pareja. A través de la las constelaciones podemos entender las dinámicas ocultas que interfieren en nuestra relación de pareja, podemos evitar proyecciones y conflictos innecesarios y mejorar la forma en la la que estamos presentes en la relación.

Muy resumidamente, la constelación familiar nos arroja luz sobre aquello que está ocurriendo en la relación de pareja y que no tenemos en el consciente. Más allá del trabajo de liberación emocional que puede realizarse en la constelación, cuando lo inconsciente se hace consciente ya podemos tener responsabilidad sobre ello y tomar cartas en el asunto a través de, por ejemplo, una conversación, toma de decisiones, un proceso de terapia o de coaching o quizás un proceso de aprendizaje de nuevas habilidades.