Qué representa el padre en una constelación familiar
En una constelación familiar, el padre simboliza un conjunto de principios y energías que influyen de manera significativa en el individuo. En nuestra mente inconsciente está presente el arquetipo paternal. Este arquetipo está dotado de significado a partir de nuestras experiencias, el contexto social, cultural y familiar que nos rodea.
El padre es asociado, con frecuencia, con la autoridad, la ley y el orden. En el sistema familiar él suele representar las reglas, los límites y la estructura necesaria para el desarrollo del individuo y para que la familia salga adelante. Su presencia o su ausencia puede influir significativamente en como manejamos cuestiones como la disciplina, el autocontrol, el respeto por las normas y por las figuras de autoridad.
Tradicionalmente, el padre es visto como el proveedor y protector de la familia. Aunque, en la actualidad esa figura proveedora y protectora recae, también, en la mujer, estamos hablando de figuras arquetípicas sin que eso implique que una madre no provea y proteja (que, por supuesto, lo hace). Esta función proveedora-protectora, no solo se refiere a lo material y económico, sino que también incluye sobre todo una protección emocional y psicológica.
Más allá de los roles sociales, el padre también encarna la energía masculina dentro del sistema familiar; incluyendo cualidades como la determinación, el coraje, la asertividad y la capacidad de enfrentar desafíos. Como en el párrafo anterior, estas características no son exclusivas de los hombres, estamos hablando de arquetipos y en una constelación familiar, la figura arquetípica del padre actúa como un canal para esta energía específica.
En muchas ocasiones nuestro padre biológico no encaja al 100% con el arquetipo de padre que aquí describo. El arquetipo, en sí, no es algo real; es un constructo mental sobre el cuál hemos proyectado ideas similares a las que he descrito anteriormente. Que nuestro padre (o nuestra madre) no encaje al 100% en la idea arquetípica del padre, no lo invalida sino todo lo contrario, es un indicador inequívoco de su naturaleza humana.
En Constelaciones Familiares, perseguimos asentir rotundamente con lo que fue, incluso en el supuesto caso de que nuestro padre o nuestra madre haya diferido considerablemente con ese arquetipo al que nos referimos. Decir sí a nuestro padre o nuestra madre no implica estar de acuerdo con sus actos, sino simplemente dejar de resistirse o de querer cambiar que las personas sean como son.
La relación con nuestro padre puede tener un efecto profundo y muy significativo en nuestra autoestima e identidad. Cuando nuestro padre nos valida y nos apoya, contribuye a que tengamos un sentido positivo de nosotros mismos, mientras que un padre ausente o que se muestra crítico puede llevar a que manifestemos sentimientos de inseguridad o de falta de valía.
La figura del padre es sumamente relevante como modelo relacional. La forma en que nuestro padre se relaciones con nuestra madre y con los demás va a servir de modelo para nuestras futuras relaciones. Un padre que se relaciona desde el respeto, el amor y la cooperación, nos ofrece un modelo de relación saludable, mientras que, si nuestro padre se relaciona de manera evitativa o confrontativa, esto puede contribuir a que creemos patrones de relación menos funcionales.
A través de nuestro padre aprendemos, también, acerca de liderazgo y de toma de decisiones. Si nuestro padre es asertivo en la forma de liderar y de pedir las cosas, si toma decisiones responsables e informadas y si además vive su propia vida de manera deliberada, está enseñándonos a nosotros habilidades que a menudo vamos a replicar en nuestras vidas y en nuestra forma de liderar tanto en las relaciones como en nuestro trabajo.
En las constelaciones familiares, nuestro padre va a representar un pilar fundamental en el desarrollo y equilibrio de la dinámica familiar. Su presencia, sus acciones y la relación que mantiene con nosotros y con el resto de los miembros de la familia, tiene un impacto duradero y significativo en nuestra persona. Al explorar y trabaja la relación con nuestro padre a través del enfoque de las constelaciones, no solo podemos traer al consciente patrones disfuncionales, cargas y lealtades, sino que también podremos empezar a tomar responsabilidad sobre aquello que no veíamos y que ahora podemos empezar a trabajar para permitirnos un camino hacia una vida más plena, equilibrada y consciente.
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