Enganchados al pasado

Hay dos tipos de personas: los que creen que las cosas no van a volver a ser como antes y los que creen que esto es un “impass” hasta que todo vuelva a ser como antes. Gente que ha “soltado” y gente que aún no lo ha hecho y que, de alguna manera, viven en la incredulidad .

Gente sobreviviendo y haciendo tiempo esperando que las cosas vuelvan a ser como antes y gente que ha decidido vivir ya ahora con lo que hay. Esto es algo que ha sucedido desde siempre más allá de la propia crisis que estamos viviendo. Hay gente que vive enganchado/a a un pasado (una etapa, un trabajo, una casa, una relación, ….) y que no hace más que rememorar ese pasado y traerlo a la memoria con frases como “cuando yo era….” “Cuando yo tenía….”, “Cuando pesaba x kilos menos….”, “Cuando tenía x años menos….”.

Suele tratarse de gente que vivió una “época dorada” y una posterior crisis que hizo que cambiara su realidad. Gente que cree que en esa época “fue” y que ahora no lo son tanto…. Y por otro lado tenemos a la gente que ES ahora, que agradece su historia, sus vivencias y relaciones (las buenas y no tan buenas experiencias) y asiente con lo que fue porque gracias a ello SON ahora.

Hay gente que vive enganchada a un pasado y FUE y gente que ES ahora y agradece su historia

Mirar al pasado, o bueno no tanto mirar como estar enganchados o atrapados en el pasado o a un evento pasado (y no necesariamente tiene por qué ser un episodio traumático) nos impide estar realmente en el presentes en el ahora. Cuando eso sucede, una parte de nuestra atención se queda enganchada ahí y cuanta más grande sea esa parte atrapada menor capacidad tendremos para disfrutar del ahora y para acceder a un mayor potencial que nos permita afrontar retos y objetivos.

Esto es algo que se ve muy claramente, por ejemplo, en una intervención sistémica e incluso en una constelación; el cliente tiene un objetivo pero no está mirando hacia él. Está enredado en otro lado …. por ejemplo: el cliente quiere que su relación actual de pareja vaya bien pero sin embargo hay partes de él atrapadas en relaciones anteriores y esto le impide entregarse plenamente a su pareja actual (no lo puede hacer simplemente porque no está plena y completamente presente).

Todo esto sucede a nivel del inconsciente Otra de las cosas que tiene el pasado es que ya fue, ya pasó y ahora es algo que no existe. Por lo tanto si una parte nuestra está enganchada en esa experiencia pasada, que ya no existe; de alguna manera estamos excluyendo, en el ahora, esa parte que ha quedado atrapada.

Quizás esa sea la parte de nosotros que se atreve a tener una relación auténtica y enamorarse; o quizás sea sea una parte nuestra en la que éramos un profesional exitoso y seguro de nosotros mismos, o una persona que se atrevió a vivir una aventura memorable…. Si una parte nuestra está enganchada en el pasado, en una experiencia que ya no existe; de alguna manera estamos excluyendo esa parte nuestra en el ahora.

El caso es que parece que eso se queda en el pasado y el resto de nosotros desde el presente no hace más que echarla de menos, sentirse incompleto y hasta un poco víctima de las circunstancias que nos ha robado (excluido) esa parte…. A partir de ahí nos quejamos, añoramos e incluso podemos hasta rebelarnos con la vida por habernos “quitado” a esa parte (que nosotros asociamos con esa pareja, ese trabajo, ese estatus social, ese viaje, etc…)

Porque una cosa es recordar y continuar este maravilloso viaje que es la oportunidad evolutiva que te da el estar vivo; y otra cosa es quedarnos atrapado en aquello y no dar espacio ni a la Vida , la Libertad y el Potencial para que nos sorprenda con más Vida.