Amor ciego y amor consciente

 Desde la perspectiva sistémica y de las constelaciones familiares, diferenciamos entre amor ciego y amor consciente.  El amor ciego está cargado de lealtades ocultas, miedos inconscientes, deseos de salvar o hacer algo por el otro. Incluso el deseo de hacer feliz al otro.  

Está muy ligado a cierta fantasía infantil: "si hago o no hago esto, mamá/papá será feliz o estará bien", con la idea, inconsciente, de que la felicidad, el bienestar, la salvación o la prosperidad, equilibrio, etc... del otro dependen de lo que hagamos nosotros. 

 Este amor es pesado, agobiante. Lo vivimos como una responsabilidad que pesa sobre nuestras espaldas, que actúa a nivel inconsciente y nos sitúa por encima del otro en una relación, en cierta medida, desordenada (como si, entre adultos, el otro no fuera capaz de estar bien, salvarse o ser feliz sin nosotros).  

Detrás de este amor ciego suele haber un beneficio oculto, algo sobre lo que tenemos que empezar a tomar responsabilidad como adultos maduros. Quizás una necesidad.

El amor consciente, sin embargo ,es ligero. Nos hace libres y hace libre, también, al otro.  Es un amor que respeta el momento del otro, su historia, su camino evolutivo. Que abre la puerta a ver al otro tal como es, a honrar su vida, su presente y su momento evolutivo.  

En el curso "Trabajando la relación con uno mismo", hablaremos precisamente de este tipo de amor, especialmente en el ámbito de la relación con nuestros padres.  

Descubriremos más sobre el amor ciego y el amor consciente y todo de una manera experiencial y a través de ejercicios sistémicos y de auto-indagación.