Acompañar en la vulnerabilidad y el dolor
Sé fuerte
Tienes que ser fuerte,
Sé valiente
Tienes que ser valiente,
No llores
Deja ya de llorar
No pasa nada
Hay que seguir adelante
……..
No me digas “sé fuerte, no llores”
Déjame ser vulnerable, crecer, abrazar mi herida
Dime sólo “te acompaño”
Cuando le decimos al otro “sé fuerte” le estás diciendo “no mires la herida” y, es posible que, por debajo de nuestra línea de flotación hay un dolor propio que nos cuesta reconocer: “me duele ver tu sufrimiento”.
La dificultad es el reto y el abono para el crecimiento.
Mucho mejor decir: “Me duele verte sufrir, estoy aquí y si quieres te acompaño”.
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