Aceptar la vulnerabilidad

Desde el mismo momento de nuestro nacimiento somos seres vulnerables y sin embargo, muchos de nosotros nos empeñamos en vivir impertérritos y sin proporcionar el mas mínimo alivio a esa vulnerabilidad intrínseca a nuestra propia naturaleza humana.

Fingir que NO eres vulnerable es agotador. Es vivir huyendo de ti mismo. Es resistir la experiencia de ser humano. Es no vivir, no sentirte vivo.

No te imaginas la cantidad de energía, esfuerzo y atención que hay que emplear para vivir siendo algo que no eres.

Y a veces en ese pretender ser no vulnerable, que en este caso es “no ser”, acabamos excluyendo quizás una de las partes mas humanas de nosotros. Acabamos convirtiéndonos en un #personaje que tiene que congelar su armadura, taponar cualquier grieta por la que pueda entrar la mas mínima dosis de sentimiento, de emoción. Un personaje que puede pensar, inconscientemente, que tal vez es mejor congelarse que dejar campar a sus anchas la temida vulnerabilidad.

Lo valiente no es “ser Fuerte”. Lo valiente es abrazar la vulnerabilidad y permitirte ser lo que realmente eres. Un humano.